Meditación pesada Soy sólo yo y el peso que me aplasta sin piedad alguna. El peso que recae sobre aquellos trapecios contraídos en una sentadilla no acepta queja ni reclamo alguno. Cuando se realiza una sentadilla es imposible pensar, pues, lo ultimo que se desea es que mi columna ceda ante la infame presión que el peso ejerce sobre ella. Si se desea hacer una sentadilla de manera correcta se debe no pensar y punto. Cuando los pensamientos se entrometen en una labor tan importante como impedir que tu columna ceda ante ese agente externo entonces no logras la profundidad correcta de la sentadilla, cuando piensas tu columna pierde su correcta postura, cuando piensas tus rodillas ceden, cuando piensas tus glúteos no realizan su función propia; pero, sin duda la razón más importante para negarse a pensar es por el mismo hecho de no pensar. Soy solo yo y el peso que aplasta poderosamente mi columna, esta es una proposición errónea, pues, no se trata de yo, solo se trata del peso. En...